El líquido refrigerante de un tractor permite que no se fundan las piezas del motor pese a que la combustión de altas temperaturas de 2000 °C y gases de escape de válvulas de 700°C, superiores a la fusión de metales usados en su fabricación.
Para mantener líquido refrigerante de un tractor es necesario revisarlo periódicamente, sobre todo su radiador para garantizar que no haya fugas de agua. Observar el funcionamiento del ventilador y la presión de la bomba. Eliminar el sucio para neutralizar la oxidación y la cal del sistema.
Comprobar el nivel del líquido refrigerante y controlar la temperatura para evitar averías importantes. También, es importante limpiar el sistema y rejillas de ventilación del motor y radiadores con aire a presión o agua con cepillo y cambiar el refrigerante drenando con precaución sus líquidos tóxicos.
La refrigeración líquida es más frecuente en tractores pequeños y motocultores con desplazamiento lento y técnicas de refrigeración forzada de aire que recorren el circuito con alta presión, gracias a un ventilador. Su líquido refrigerante depende de la temporada, el agua se congela a 0°C. Los fabricados con etanodiol y etilenglicol se congelan a -35°C y hierven a 140°C.
Tienen la ventaja de mejor rendimiento térmico del motor con bajo consumo y costo. Son motores más ruidosos.
El radiador de refrigeración de tubos y aletas refrigerantes actúa como un sistema de aire acondicionado. La válvula del termostato sale de la culata de manera automática para dejar pasar el refrigerante líquido y mantener la temperatura del motor del tractor entre 80 y 90°C.
Los tractores modernos funcionan con ventiladores de aspas plásticas y su polea va sujeta al cigüeñal para eliminar la sobrepresión al subir mucho el calor. Los tractores más antiguos tienen circuito de refrigeración abierto y al aumentar la presión aumenta su temperatura.