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Empresas, industrias, comunidades de vecinos e incluso hogares cuentan con contenedores para almacenar el gasoil. Estos depósitos suelen estar ubicados en lugares frescos y con una buena ventilación para minimizar las posibilidades de accidentes y ayudar a que las características del combustible se mantengan durante más tiempo.

Almacenar gasoil garantiza contar con el combustible necesario empleado en sistemas de calefacción de gasoil tanto en hogares como en empresas, así como para cubrir las necesidades productivas de estas últimas. Cabe recordar que, cuando se almacena gasoil, el sistema de ventilación debe contar con una tubería y una válvula de ventilación para evacuar de forma eficiente los gases tóxicos que se liberan.

De acuerdo a la normativa vigente, los depósitos para almacenar el gasoil se pueden ubicar tanto en espacios exteriores como interiores, siempre que su capacidad sea de hasta un máximo de 5.000 litros. Cuando superan esta capacidad, es obligatorio situarlos en el exterior, ubicados sobre el terreno de forma subterránea o sobre una plataforma diseñada para soportar el peso del depósito.

Los tanques para almacenar el gasoil que encontramos en el mercado pueden ser de plástico o acero galvanizado. Los depósitos plásticos se emplean generalmente para el uso doméstico, y su vida útil tiende a ser menor a los fabricados en acero galvanizado, que se utilizan mayormente en empresas gracias a su durabilidad y resistencia ante la corrosión que genera el gasoil.

Como vemos, contar con un depósito de gasoil es de gran ayuda tanto en hogares como en empresas. Sin embargo, es importante tener en cuenta el tiempo de almacenamiento, ya que el gasoil tiende a oxidarse con el paso del tiempo. Generalmente se conserva entre 8 y 12 meses.

Aun así, podemos retrasar este proceso de oxidación para almacenar el gasóleo durante más tiempo manteniéndolo a bajas temperaturas porque conserve sus características durante más tiempo.